lunes, 14 de febrero de 2011

Ante un atentado, demandemos justicia



Desde hace bastantes días estoy tratando de “chequear” la veracidad de una información que me llegó por Internet. Como el asunto era muy delicado ninguna “confirmación” me bastaba. Sonaba demasiado a “trampa cazabobos”. Durante estos días llegué a la convicción de que así era, pero… por las dudas, seguí tratando de conseguir más pruebas que lograran definir la situación.Mi idea era más o menos así: se larga un "bolazo" en Internet, saltan varios haciendo acusaciones severas y armando escándalo, finalmente se revela que la noticia era falsa por lo que, todos los que "cayeron en la trampa" quedan desacreditados en su seriedad. Lamentablemente hoy el diario El País publica la noticia que confirma que el atentado realmente ha sido cometido. No era una “trampa cazabobos” sino un hecho real a cuyos responsable hay que poner en evidencia.
Permítanme abordar el tema central que, en mi opinión, está bastante lejos de lo que plantea (o mejor dicho: ha planteado hasta ahora) la oposición.
Nuestro pueblo, por su carácter, su historia, sus muertos, sus héroes, su cultura, su tradición, su sabiduría, aborrece el “culto a la personalidad” y esto es así desde Artigas para adelante. Sabemos los uruguayos que ahí donde comienza el “culto a la personalidad” comienza la muerte de la democracia tal como nosotros la concebimos. Así los tiranos, y los aspirantes a tiranozuelos han practicado sistemáticamente el “culto a la personalidad”: Hussein, Mussolini, Perón, Duvalier, Trujillo, Stroessner, Ceaucescu, Chávez y hasta algunos vecinos del sur que la prudencia nos indica dejar librado a la memoria de cada quien. En fin, que no hay totalitarismo sin “culto a la personalidad” y viceversa. Por eso los uruguayos, que ya hemos tenido un par de muestras de gobiernos dictatoriales en los últimos cien años, cuando vemos un síntoma de que algo de eso se nos viene encima nos ponemos muy, pero muy nerviosos. Y en esto de que nos repugne el “culto a la personalidad” hemos tenido como abanderados a todos los Presidentes de los últimos cien años (Presidentes, que no los usurpadores). Y aprendimos (nos costó una dictadura terrible de doce años, pero lo aprendimos) que si no paramos a los anormales a tiempo ellos toman el control y terminamos todos embromados. Bien, estamos ante algo tipo los Comunicados 4 y 7; o lo paramos ahora o la cosa estará muy jorobada. No olvidemos aquello de: “Primero se llevaron a los comunistas pero no me importó porque yo no era  comunista…Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Los uruguayos, con trabajo, con heridas, con el esfuerzo que todo conocimiento profundo conlleva, hemos aprendido que nuestros Presidentes lo son de todos nosotros y no apenas de algunos (aunque esos “algunos” sean muchos). Nos molesta que “patoteen” a cualquiera de nuestros Presidentes, recordemos cómo nos pusimos todos los uruguayos cuando quisieron llevarse por delante al Presidente Vázquez en relación al tema Botnia. Todos en su apoyo; sin fisuras. Nosotros lo podemos criticar, pero ojo: no se pase nadie de la raya porque es nuestro. Y nos sentimos orgullosos de ellos, no porque  nos simpaticen o comportamos sus ideas, sino porque invariablemente han tenido un comportamiento digno y republicano. Repito, digno y republicano. Y eso no es pavada.
Pues resulta que a un grupo de irresponsables no se les pudo ocurrir mejor idea que ilustrar un libro para alumnos de 6º año de primaria con la figura del Sr. ex-Presidente Tabaré Vázquez en un destacado y primérisimo plano. Así nomás. Una estruendosa e inmerecida bofetada a un ciudadano que ha sido custodio por mandato popular y por convicción propia de la mejor tradición de austeridad republicana. Un Presidente de origen humilde, el cual nunca ocultó, que durante su mandato cuidó muy bien el principio de que en nuestro país “naides es más que naides” es metido por un grupo de irresponsables en la misma bolsa que los dictadorcitos de pacotilla que ponen su imagen en forma preeminente en un libro para escolares. El Sr. Tabaré Vázquez no se merece esta ofensa gratuita aunque se la pretenda disfrazar de “cosa menor”. No es menor. Si no queremos manchar su trayectoria lo que se debió hacer es poner la fotografía de todos los presidentes del siglo XX y XXI (obvio que no la de los usurpadores) en idéntico tamaño. Pero no, haciendo lo que se llama “acciones por amor al jefe”, es decir; hacer cosas para “agradar” a alguien (lorearlo, en términos corrientes) aun en contra de su real voluntad, terminan atacándolo de la manera más estúpida poniendo a un honesto gobernante (más allá de nuestras simpatías/antipatías) en la posición de un “tiranito de republiqueta”. El Sr. Tabaré Vázquez seguramente se desmarcará rápidamente de este dislate pues durante su gobierno jamás autorizó a disparates de este calibre lo cual alienta mis expectativas al respecto. Nótese que no comparto para nada que el fondo de la cuestión sea que el Sr. Tabaré Vázquez vaya a ser candidato por el FA en 2014. Si es así, no ganará ni perderá por haber figurado en un libro para alumnos de primaria. Mucho más me preocupa la irresponsabilidad y la falta de seriedad, más diría: la frivolidad y falta de rigor de los responsables del libro y de sus superiores. Porque se trata de la educación de los ciudadanos y no quiero (y Vázquez tampoco seguramente) que comiencen a suponer que nuestros Presidentes son iguales en sus procederes respecto al culto de la personalidad que los de la lista de tiranos que ya mencionamos.
Segunda parte: se destaca también en la gráfica del libro  la figura de un porteño que se hizo famoso en la década del sesenta por sus acciones militares básicamente dirigidas a tratar de destruir el sistema de gobierno Republicano Democrático (ya que lamentablemente no paró cuando realmente le había hecho un gran favor a la Democracia ayudando a echar al dictador Fulgencio Batista). Su prédica y acción fue el uso de la violencia con el objetivo de terminar con la vigencia de las Constituciones que como la nuestra amparan los derechos humanos fundamentales tales como la libertad política, de circulación, de asociación, de libre expresión del pensamiento, etc.Constitución ésta que permitió que en buena ley  Mujica, un ex-guerrillero, ocupe hoy en nuestro país la más alta magistratura. Por cierto, no importa  que los desatinos de Ernesto Guevara se quieran disfrazar tras la conocida canción de su “idealismo”, su “jugarse por la causa” y todos esos lugares comunes que se usan para justificar sus acciones violentas (y de paso tratar de disimular su fracaso). Con ese criterio cualquier terrorista suicida podría ocupar su lugar ya que más “jugarse por sus ideas” que hacerse volar en pedacitos la veo difícil. Lo cierto es que la propuesta de Guevara era arrasar con el sistema democrático tal como lo concebimos los uruguayos y tal como todos nuestros Presidentes (no los usurpadores) juraron por su honor defender... ¡y sí que lo hicieron!
Esto que digo no lo invento ya que, a juzgar por los argumentos que da Irupé Buzzetti cuando dice: "por lo tanto, en la tapa tiene un puzzle con imágenes de Jorge Batlle, de Tabaré Vázquez, del `Che` Guevara; personalidades del siglo XX y XXI que hacen a la historia del país, en lo local y en lo internacional" parece que Ernesto Guevara “hace a la historia del país”. Si no fuera trágico esto sería muy cómico. El peso de hacer y conducir la Revolución Cubana lo llevó Fidel Castro no Guevara (de paso, sería bueno aclararle a Buzzetti que Cuba no es parte de Uruguay). La teoría del “foco” que pretendió imponer Guevara mostró en todos lados que era un dislate y su influencia en nuestro país fue trágica.Me pregunto frente a quién quieren quedar bien estos ineptos a costa de jugar con  la educación de nuestros niños? No saben que en Uruguay hubo un señor (debería haberlo puesto con mayúscula) con el cual Albert Einstein pidió entrevistarse? No saben que las dos personas que más influyeron en el triunfo del "NO" en 1980, principio del fin de la dictadura, eran dos demócratas de ley,  los Dres. Tarigo y Pons Echeverry? De cualquier manera, para evitar  malos entendidos, yo tampoco los pondría a ellos en la tapa del libro.Nos están tomando el pelo cuando hablan de "latinoamericanismo" y se saltan a la torera nada menos que a Brasil? No hay brasileños destacados en las dignas luchas por los valores humanos compartidos con los uruguayos? Les doy un nombre: Chico Méndes.
Sintetizo: estoy consternado. Espero ansioso que nuestro ex-Presidente Vázquez haga escuchar fuerte y en forma aleccionadora su indignada voz contra este mamarracho que lo ha pretendido usar para fines detestables.
Por último cito a Talleyrand, quien ante un fusilamiento ordenado por Napoleón, dijo: "Esto es peor que un crimen, es una estupidez"


1 comentario:

  1. Sus conceptos son muy claros y compartibles. Tiene razón, Vázquez no se merece esto. La última frase la he oído atribuida a Talleyrand, no a Napoleón.

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